La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJ) ha desestimado el recurso presentado por una profesora contra la orden de la Consejería de Educación que no accedió a jubilarla, como había solicitado, por incapacidad permanente para el servicio.
La sentencia indica que no se ha probado suficientemente que esta profesora no se encuentre en condiciones de seguir desarrollando su actividad.
Dice la Sala que la docente alegó para justificar su solicitud que padece distimia, síndrome cervical, discopatías cervicales y lumbares y otras patologías.
El Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) emitió un informe que aseguraba que no estaba afectada por dolencias que le impidieran desempeñar las funciones propias de su cuerpo.
El TSJ dice que la apelante aporto un informe médico de parte que llega a una conclusión distinta a la del EVI, pero da mayor validez al emitido por este organismo al estar realizado por especialistas en la materia.
