Carlos Lesmes advierte de que la Justicia precisa de un nuevo modelo de organización

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha advertido durante su comparecencia en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, de que solo un nuevo modelo de organización permitirá que la Justicia sea más eficiente y ha invitado a los grupos parlamentarios a abrir una “gran reflexión” en la que se aborden las reformas estructurales pendientes, para lo que ha ofrecido la colaboración “leal y activa” del órgano de gobierno de los jueces.

Tras señalar que el incremento de unidades judiciales en las últimas décadas no ha supuesto una disminución de la pendencia y que la organización territorial de la Justicia española es la misma que se estableció en 1834, Lesmes ha recordado que hace tiempo que las instituciones nacionales e internacionales coinciden en el diagnóstico: la reforma debe afectar al modelo organizativo, apostando “por la concentración territorial y la colegiación de órganos judiciales, como nuevo modelo para alcanzar mayores cotas de eficacia”.

Por ello, ha abogado por abrir una gran reflexión sobre la Justicia y diseñar un programa de reforma global que aborde la cuestión desde una doble vertiente: por un lado, la independencia judicial, carrera y estatuto del juez y, por otro, las propuestas de reformas estructurales.

El primer debate abordaría los aspectos de la actividad judicial –ingreso en la carrera, selección, formación, especialización, excelencia, protección social, código ético, responsabilidad, independencia, provisión de destinos, evaluación del desempeño, nombramientos, etcétera- que permitan situar a los jueces españoles en una posición reforzada para afrontar los retos del siglo XXI.

El segundo trataría de las reformas estructurales necesarias para la modernización de la Justicia: una nueva arquitectura judicial –con la consiguiente aprobación de una nueva Ley Orgánica del Poder Judicial y de una nueva Ley de Demarcación y Planta Judicial-; la definitiva aprobación de una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal –que defina el nuevo modelo de instrucción, las funciones instructoras del Ministerio Fiscal y las funciones del Juez de Garantías-; y la clarificación del modelo territorial de gestión de la Justicia, ultimando el proceso de transferencia de competencias a las Comunidades Autónomas o planteándose su redefinición.

Lesmes también ha enumerado una serie de medidas que, a corto plazo, servirían para atender las necesidades de carácter más urgente. La primera de ellas es la creación de nuevos órganos judiciales, al menos en aquellos casos en que se haya detectado que el déficit estructural es grave.

Requieren asimismo una pronta actuación los órganos de la jurisdicción social, que se enfrentan a una situación “crítica”, así como los Juzgados de Primera Instancia y de lo Mercantil –necesitados de más medios tecnológicos y de personal funcionario con conocimientos en tramitación concursal-, y es preciso asegurar la continuación de la modernización tecnológica.

Panorámica de la Justicia

Pese a estas necesidades, el presidente del TS y del CGPJ se ha declarado “moderadamente optimista” al analizar la evolución de la situación de la Justicia española en el último año: en 2015 se resolvieron más asuntos que el año anterior, se finalizó con menos asuntos pendientes, los órganos judiciales están un poco menos congestionados y –con la excepción del Tribunal Supremo, que experimentó un fuerte incremento en la entrada de asuntos en las Salas de lo Civil y de lo Social- los tiempos de respuesta han mejorado con carácter general.

Así lo indican los datos del informe “La Justicia dato a dato”, que recoge información actualizada a 31 de diciembre de 2015 y que el presidente del TS y del CGPJ –formalmente convocado para presentar la Memoria sobre el estado, funcionamiento y actividad de los tribunales en 2014- había facilitado previamente a los miembros de la Comisión de Justicia.

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