Se reaunuda el juicio del caso Nóos con 69 testigos más

El juicio del caso Nóos se reanudado este martes con la declaración, a lo largo de la semana, de hasta 69 testigos. Entre ellos se encuentra Marc Viader, arquitecto que reformó parte de la vivienda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ubicado en el barrio barcelonés de Pedralbes, así como numerosos proveedores que prestaron servicios para el Instituto Nóos.

Se trata de testigos que libraron a la entidad facturas cuyas cantidades, según la Fiscalía Anticorrupción, nada tenían que ver con los costes reales generados por los proyectos celebrados por Nóos en Palma y Valencia, que ascendieron en total a más de seis millones de euros. El Ministerio Público considera que su importe no es imputable a estos eventos.

Viader ha manifestado que fueron “directamente don Iñaki y doña Cristina” quienes le encargaron llevar a cabo las obras, si bien ha atribuido al exasesor fiscal del Instituto Nóos Miguel Tejeiro la decisión, con el exduque delante, de qué cantidades facturar a Aizoon, empresa de la que el matrimonio es propietario a partes iguales. Así lo ha subrayado durante su declaración como testigo, en la que ha detallado que tanto la Infanta como su marido le dijeron que una parte de la reforma iba a realizarse en la vivienda y la otra, al despacho profesional.

Según ha señalado, cobró hasta un total de 15.000 euros de Aizoon, tras así acordarlo con Urdangarin y Tejeiro, por el acondicionamiento del despacho. “Establecimos los porcentajes de lo que representaba cada parte, tras lo cual facturé de forma particular las obras de la vivienda a Urdangarin, y las del despacho a Aizoon”, ha incidido el testigo, quien ha precisado que emitió dos facturas a la empresa de los exduques, una de 10.000 euros y otra de 5.000, a lo largo de 2005.

Tal y como ha abundado en su comparecencia, el despacho del exduque “era una habitación” que constaba de una mesa de trabajo, mientras que “también había otra sala con unas butaquitas y otra como una sala de juntas”. “Si el edificio principal medía unos 700 metros, unos 200 pertenecían al despacho”, ha incidido.

Sobre su relación con los exduques de Palma, Viader ha recordado que “teníamos amigos comunes y coincidimos en diversos ambientes”, si bien ha aseverado que no ha vuelto a tener contacto con ellos desde que finalizaron las obras en su vivienda.

La reforma del palacete fue analizada tanto por la Policía Nacional como por la Agencia Tributaria junto a otros numerosos gastos que fueron cargados a Aizoon, considerada una de las sociedades tapadera que integraban el entramado urdido por Urdangarin y su exsocio Diego Torres, con el Instituto Nóos como epicentro, para apoderarse de los fondos de las Administraciones públicas con las que contrataban.

En un extenso informe incorporado a la causa, Hacienda elevó a un total de 262.120 euros los fondos que los exduques destinaron a adquisiciones personales de 2004 a 2010 a través de Aizoon, así como 698.824 a la reforma del palacete de Pedralbes.

Gerardo Camps, el viernes

Del mismo modo, está emplazado a declarar, el viernes 8 de abril, el exconseller de Economía de la Generalitat Valenciana Gerardo Camps, quien será interrogado en torno a la gestación de los denominados Valencia Summit, por cuyas tres ediciones Nóos cobró más de tres millones de euros públicos.

En su declaración ante el juez, Camps, expresidente asimismo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (Cacsa), afirmó que los convenios de estos foros “los parieron y los gestionaron” los exdirectores generales de la entidad dependiente de la Generalitat, José Manuel Aguilar (2003-2005) y Jorge Vela (2005-2009), acusados en el marco de esta causa.

En torno a los mismos hechos será interpelado José Florentino Salinas, exgerente de la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau (FTVCB), entidad que junto a Cacsa contrató al Instituto Nóos para la celebración de los Summit. También está citada la que fuera responsable jurídica de Cacsa Mari Ángeles Mallent, en su caso el 7 de abril.

En concreto, tal y como consta en el sumario, el Instituto Nóos organizó el primer congreso Valencia Summit con un presupuesto total, incluido un canon de 1.044.000 euros, de 1.351.638 euros; en la segunda edición, el presupuesto final se elevó a 1.791.477 euros, mientras que el último, en 2006, fue de 1.472.483 euros.

Sin embargo, en 2004 Nóos destinó a la preparación del Summit únicamente 194.436 euros; un año después gastó en facturas 395.597 euros, y en lo que a la tercera edición se refiere, el Instituto empleó 320.635 euros para el evento de todo el dinero público que recibió. Así, hasta un total de 3,6 millones de euros recibió Nóos de la Administración pública valenciana en virtud del convenio de colaboración suscrito el 8 de septiembre de 2004, en concreto, entre la entidad aparentemente sin ánimo de lucro, Cacsa y la FVTCB, al que siguieron las addendas de 2005 y 2006.

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