Claves para que las Startups se consoliden

¿Cuáles son las claves a la hora de emprender un nuevo negocio? ¿Cómo lograr que se consolide en un ecosistema ya repleto de startups y pymes que pugnan con hacerse con una parte del mercado? ¿Cuáles son los errores en los que podemos caer?

Con motivo de la celebración del Salón MiEmpresa, que se celebrará los días 21 y 22 de febrero en el Barclaycard Center (antiguo Palacio de los Deportes de Madrid), hemos contactado con el cofundador del evento, Sébastien Chartier, para que nos ofrezca unos consejos básicos a la hora de ejecutar una idea de negocio y enfocarse a las necesidades del cliente. Por su interés, aquí os dejamos el siguiente decálogo:

  • Detecta en qué sectores hay nichos empresariales. Para que una compañía triunfe es imprescindible identificar una necesidad que aún no esté cubierta y demostrar que se cuenta con una solución que la pueda solventar. Algunos buenos nichos son IoT, Insurtech, Realidad Virtual, o Biotehc entre otros.
  • Plantea proyectos innovadores con vocación internacional. Salir al mercado extranjero es una de las tareas pendientes del emprendedor español y una forma de diversificar su negocio, evitando la dependencia exclusiva de la demanda interna. Además hoy en día la internacionalización resulta muy importante para poder competir a nivel global.
  • Amplía tu red de contactos a través de encuentros de networking. A través de esta práctica no solo se amplían tus posibilidades de venta, también puedes establecer alianzas con nuevos proveedores y partners.
  • La experiencia es un grado e imprescindible para emprender en sectores como Fintech e Insurtech. Ambos sectores, junto con el de las apps o la economía colaborativa, están en pleno auge pero también son ámbitos son complejos que requieren el soporte de fondos de inversión especializados y mucha experiencia del equipo promotor para que triunfen a gran escala.
  • El cliente es el rey. Enfócate en lo que va a necesitar y adelántate a sus necesidades. Sus demandas son las que te marcarán el paso y los comentarios que realicen sobre el servicio que presta tu compañía, te ayudarán a mejorar y crecer.
  • Busca el talento para formar un equipo que sea capaz de ejecutar tu idea de negocio. El equipo es una de las partes más importantes porque será el encargado ejecutar tu idea de negocio. Por ello es imprescindible apostar por profesionales con formación específica, brindarles perspectivas de crecimiento dentro de la empresa, reconocer el trabajo bien hecho y facilitar la conciliación, sin olvidar la flexibilidad.
  • Consolidar un negocio pasa por reinventarse. La capacidad de adaptación a las nuevas tendencias es casi una cualidad básica para cualquiera que tenga en mente poner en marcha una empresa que sobreviva a largo plazo de forma exitosa, porque las modas cambian, como lo hacen los hábitos de consumo y hay que saber reajustar nuestra oferta, producto o servicio para seguir en la cresta de la ola y no perder cuota de mercado.
  • Exprime al máximo tu capacidad de adaptación a los nuevos retos digitales. ¿Aún dudas del poder del entorno online? Las redes sociales y la tecnología han revolucionado la manera de vender, usando influencers y creando campañas virales. Para muestra un botón, los datos que registra el Black Friday cada año evidencian la revolución que hemos vivido al calor del fenómeno 2.0.
  • La calidad del servicio que ofreces es tu mejor carta de presentación. No la descuides. ¿De qué sirve ofrecer una solución innovadora si cuando el cliente tiene un problema no puede contar con un servicio de atención que le resuelva sin demora y de forma eficiente su contratiempo? Son estos detalles los que te harán sumar puntos a la hora fidelizar a tus clientes. La calidad de tu servicio es lo que hoy en día marca la diferencia, ya que cualquiera es capaz de competir en precio.
  • El éxito solo se puede alcanzar trabajando por tu proyecto cada día. Todas las claves anteriores no funcionan por sí solas, únicamente pueden encontrar acomodo en la implicación al 100%, el esfuerzo constante y el trabajo diario. Roma no se montó en dos días, y deberíamos alejarnos de la cultura del pelotazo, implementando de nuevo criterios de esfuerzo a largo plazo.

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